El tener un hijo puede cambiar una relación, y por desgracia, en muchas ocasiones acaba en separación. Esto se debe a que al tener un hijo estás estresado, te falta sueño y tu relación pasa a un segundo lugar, al menos mientras tengas un recién nacido al que cuidar.
Y es habitual también que al dejar de prestar la atención que se necesita a tu pareja tu relación empeore. Si bien tenemos que decir que tu relación cambie es algo completamente normal y que podemos hacer cosas para adaptarnos a esos cambios, y superarlos.
Problemas habituales al tener hijos
Estas son algunas de las pautas comunes que cambian después de que las parejas se conviertan en padres:
Menos comunicación
Cuando se cuida a un recién nacido, simplemente no se tiene ni el tiempo ni la energía para hacer otras actividades con tu pareja. Y durante las primeras semanas es normal, pero después de eso debemos buscar pequeñas cantidades de tiempo para poder dedicarlas a la relación y que no todos los temas de conversación sean el niño.
Para ello es probable que necesitemos la ayuda de algún familiar o amigo, o una niñera en caso de ser necesario que de vez en cuando nos libere un poco y podamos dedicarlo a nuestra pareja.
Es mucho más fácil de decir que de hacer, pero cualquier detalle como una cena juntos puede ayudar a mantener la salud de la pareja en buen estado.
Se pierda espontaneidad
No solo cambia la relación, cambias tu… y ese tu espontáneo que solía salir ha desaparecido porque ya no es fácil sorprender con un fin de semana de escapada. Ahora cualquier plan requiere de una planificación previa (pañales, cremas, niñera, tiempo…).
Si bien ya no podemos hacer cierto tipo de planes si que podemos “modificar” esos planes. Por ejemplo, en vez de sorprender con una cena puede preparar una cena romántica pidiendo la comida a un lugar sofisticado. De esta forma no estáis abandonando vuestras labores como padres y al mismo tiempo os dedicáis tiempo el uno al otro.
Emociones postparto
Es común que se este en una montaña rusa de emociones después de haber tenido un niño, no es necesario que entremos en situaciones de ansiedad postparto pero si de cambios emocionales.
Si a los cambios emocionales se le une las noches sin poder dormir, el estrés y que tu pareja no te dedique el mismo tiempo ahora que hay un bebe en casa nos encontramos en situaciones muy difíciles de afrontar. En este tipo de casos debemos comunicarnos lo máximo posible con nuestra pareja y acudir a un profesional para terapia de pareja en caso de ser necesario.
¿Y el sexo?
Tras una jornada dura de trabajo, de cambiar los pañales del niño, darle de comer, limpiar su saliva, calmarlo para que no llore, y los problemas que hemos mencionado con anterioridad parece que no es el mejor momento para mantener relaciones sexuales. Todo está en tu contra.
Pero si queremos mantener la felicidad en nuestras relaciones debemos buscar momentos para practicar sexo, por ejemplo cuando el niño ya se ha quedado dormido a la noche o a la hora de la siesta. Estos momentos pueden servir para volver a conectar con nuestra pareja.
Repartir las responsabilidades
En todas las parejas una de las partes se ve presionada a llevar a cabo más tareas relacionadas con el bebe lo que puede ocasionar reproches de una parte a la otra.
Levantarnos por la noche cuando el bebe llora es algo bastante molesto por lo que debemos repartir responsabilidades y acordar con tu pareja quien se encargará de unas cosas y quien de otras para que haya un reparto justo. Si bien debemos ser flexibles en algunas tareas que no se pueden planificar. Por ejemplo, si el bebe llora y mi pareja no se levanta a calmarlo porque está dormido es mejor que nos encarguemos nosotros antes que despertarlo o despertarla con la almohada.
Menos tiempo para ti
No solo hay menos tiempo para dedicar a la pareja, sino que hay menos tiempo para ti. Es bueno que hablemos con nuestra pareja y acordemos tiempos para nosotros mismos si lo necesitamos, poder ir al gimnasio o quedar con los amigos es muy importante para que nos sintamos bien con nosotros mismos.
Diferentes formar de educar
Quizá descubráis que vuestras formas de educar al pequeño son diferentes y no pasa nada por ello. Deberéis hablarlo y llegar a un acuerdo en determinadas decisiones y de esta forma trabajar como un equipo. Seguro que hay cosas que uno puede dejar pasar y otras en las que cederá el otro miembro de la pareja.
Acordar de forma respetuosa estos “desacuerdos” también será importante para el buen funcionamiento de la relación.
Si somos capaces de entender todos estos cambios y afrontar los reveses que nos vengan de la mejor forma posible conseguiréis que el vínculo de pareja que os une se vuelva más fuerte. Después de todo ya no sois una pareja, sois una familia, y de esta forma evitar problemas de pareja después de tener un hijo.